Celos VS Obsesión.

Hablemos un poco de algo que nos recorre la cabeza, de un sentimiento que nos gusta pero de repente agota, de un algo que nos hace sentir seguras e inseguras al mismo tiempo, hablemos de… nuestros queridos celos. 

Pues sí, los celos. Desde celos entre tus hermanos, celos entre amigas, celos entre novios y hasta de esos celos que hemos sentido hacia gente que ni conocemos. ¿O me vas a decir que no sientes celos por la vida que llevan las Kardashians? Bueno, bueno… Aquí entre nosotras, eso ya es envidia, JA.

Todas hemos padecido de ese sustico raro al tener miedo de perder a alguien… Es una mezcla de dolor de pansa, entre mariposas y fuegos artificiales. Y a la larga de toda historia, a veces es necesario sentirlo y que te lo hagan sentir, porque ustedes me dirán… ¿A cuántas de nosotras no nos gusta que nos celen una que otra vez? 
Sería una total mentira decir: “No vale, yo soy super relajada, yo no celo ni me gusta que me celen” No nos caigamos a cuentos girls, hasta la mujer más bella del mundo ha sentido celos y quiere que la celen.

En mi persona, yo siento que los celos son un arma adictiva de doble filo, y todas que hemos estado en una relación, lo sabemos. Cuando estamos enamoradas, los celos nos abundan sin sentido, no queremos que nuestra persona, sin alguna razón, mire para los lados. Nos hacemos mil mentes si vemos un simple like, o si nuestro chico se le quedo mirando justamente a esa niña a la que le tienes tanta idea. Nosotras como mujeres, tenemos la capacidad de atar cabos sueltos sin sentidos cuando nos encontramos tristes e inseguras.

“Eso fue porque él se la encontró en esa fiesta, y por eso la tipita esa montó ese snapchat bailando, donde a juuuuuro el la estaba viendo, y seguramente bailaron, se besaron y mañana ya me va a dejar y se va con ella.”

Te ha pasado, me ha pasado y estoy completamente segura que ha mas de una que está leyendo esto, le ha pasado. No precisamente con esa situación, pero si has maquinado conclusiones locas que te aseguro que si no estuvieras enamorada, dirías: “Deberían contratarme en CSI.”

Como te dije, los celos son algo natural que como ley de vida, vamos a sentir. Y más si se trata de esa persona que tanto te gusta y sobre todo si estamos hablando de esa personita por la que darías todo. Pero como existen celos sanos, también existen los celos enfermizos. 

Celos enfermizos:

A ver… Hay veces que cometemos el grave error de confundir celos, con obsesión. No me da pena admitirlo, a mi me pasó y aprendí tanto a los golpes, que hoy en día estoy completamente segura de que no me volverá a pasar. Esos celos enfermizos son aquellos que poco a poco se van volviendo tóxicos, que por lo general comienzan dándose por unos celos sanos no muy bien manejados, o en muchos casos por traición de alguna parte de la relación, y ahí es donde comienzan las inseguridades como: “No vas a ir a esa fiesta si no es conmigo.” - “No quiero que salgas con ese amigo/a porque no me da la gana.” O la más radica de todas: “No puedes tener amigas/os” Etcétera, etcétera.

 A partir de estos escenarios, viene la falta de desconfianza y las peleas. Que por lo general, es la razón número 1 de las rupturas… ¿O me van a decir que no? 

Como lo dije antes, los celos excesivos generan inseguridad, (en todos los sentidos). Comienzas a sentirte inferior, empiezas a sentirte menos que nadie, sientes que esa niña que estuvo antes con él, es mucho mejor partido que tú. Te vuelves el ser más desconfiado del mundo, buscas cualquier excusa para revisarle el teléfono, y en lo que menos te das cuenta… ¡BAM! 

Te volviste la clásica novia loca-celosa a la que todo hombre le huye. Y amiga, créeme que eso es lo que menos quieres. 

En cambio, están los celos sanos: son aquellos que se vuelven necesarios, esos que son vitales para fortalecer la relación. Vienen siendo esos “celitos” tácitos que te hacen sentir cosquillitas en la pansa. Desde: “dame la mano, quiero que todos sepan que viniste conmigo y más nadie.” Hasta “eres la niña más bella de la fiesta y me mata de celos que simplemente te vean”.

Porque todas y todos sabemos, que una relación sin uno que otros celitos, no es relación. El truco está en aplicarlos hasta el punto que el sepa que ni de chiste te gustaría perderlo. No más allá. Eso de que te amargues el día porque: “fue a jugar futbolito con los amigos y no me responde.” Déjalo ir. Cada quien tiene que tener su espacio y su tiempo, tanto como él y como tú. Muchas de las relaciones fracasan, porque acostumbran a monitorearse cada 30 segundos y eso, créeme no es nada sano. Tienes que darte chance de extrañarlo, de que el te extrañe. Date la oportunidad, de que el sienta que te tiene, pero que a la misma te puede perder. Es decir, dale seguridad, pero dale cierto miedo también. Y a la hora de celarlo, posiciónate como tú lo has posicionado en tu vida. Mira que toda relación es dando y dando… 

Cerrando un poco la idea… Se perfectamente que toda relación es distinta, que cada relación tiene su origen de celos y desconfianza, puede que hayan sido infidelidades, traiciones, engaños, o pare de contar. El punto es, de que si te encuentras en una relación donde ya esos celos picaros desaparecieron y se transformaron en algo totalmente tedioso y dañino, de amiga-amiga, te pido que evalúes. 

1- Siéntate en tu cama, y agarra un cuaderno. (si, nos vamos a la vieja escuela, nada de notas en el iPhone).

2- Vas a escribir: PROS - CONTRAS DE MI RELACIÓN

3- Empieza a evaluar todo lo que envuelva tu relación. 

Desde el amor, la diversión, confianza, seguridad, alegría, emoción, hasta las cosas negativas como los celos, las inseguridades, la rabia, el orgullo, la desconfianza… es decir, todos aquellos sentimientos tanto buenos y como malos, que se sienten cuando estás en una relación amorosa.

Si lo negativo, repasa lo positivo, creo que deberías pensar bien a fondo si realmente vale la pena vivir en una relación inundada en orgullo y celos excesivos. 

Nos volvemos ciegos, y no necesariamente por amor, muchas veces es la costumbre que se disfraza de amor y resulta que nos hace creer que lo que estamos haciendo nos hace bien y la realidad, lo que nos hace es dar vuelvas en el mismo circulo teniendo siempre el mismo resultado, una felicidad de a raticos envuelta en peleas y lágrimas. 

Espero que te haya servido de ayuda, y si no fue de ayuda por lo menos me reconforta saber que te hayas reído aunque sea un poco con lo parecidas que somos todas las mujeres y nuestros rollos existenciales. Si tienen alguna amiga que está en la faceta “novia loca-celosa”, o es demasiado “relajada con los celos” oblígala a leer esto, o como buena amiga, se lo lees en voz alta. 

Como es de costumbre, estoy abierta a consejos, comentarios (que por cierto me encantan, no saben lo feliz que me hacen), a que me cuentes tus problemas y con todo el gusto del mundo, te ayudaré y si es necesario hasta te diré: "Amiga please, dejalo ya."

So, ¿Nos quedo claro que los celos son totalmente manejables, right? 

Se despide tu amiga loca-desconocida. 

¡Abrazos y besos apretados!

Arula.