Translate.

martes, 3 de septiembre de 2019

Hay una delgada línea entre ser "presumida", a ser segura de ti misma.


Las mujeres somos todo un caso...
Hay días donde nos podemos despertar sintiéndonos como un elfo espantoso en plena pubertad, como hay otros días que te despiertas con el "bonito" subido y te crees más culo que Dua Lipa.
I've been there amiga, hay días que no me quiero ni ver ni en la tapa del microondas porque sencillamente me odio, y hay otros días en los que me miro en el espejo y me digo a mi misma: 
"No vale chica, tu lo que eres es un atraco." 
Y eso no quiere decir que estamos mentalmente desequilibradas... (Bueno, las mujeres ya venimos un poco cucú de genética, pero bah... ¿Así nos quieren los hombres, no?)

Las inseguridades para las mujeres son como las drogas para los adictos en rehabilitación. Tu sabes dentro de ti, qué dudar de tu misma y alimentar tus inseguridades te termina haciendo daño, pero inevitablemente, una que otra vez al mes, nos terminamos hundiendo en ellas. 
Somos humanas, sentimos y padecimos…

Me voy a permitir contarles una experiencia que tuve hace un buen tiempo, (anda leéla, capaz te pasó algo parecido y si no, nos reímos juntas)...

Una vez estuve saliendo con alguien, (que era conocido por salir con las niñas más bellas, para entenderse mejor, salía con puros "culazos"), de hecho yo me preguntaba: ¿Este niño cómo va a querer salir conmigo? Clásicas inseguridades adolescentes... Un día, estábamos en su carro mientras hablábamos de tonterías, el me dijo: "Y pensar que con tantas chamas bellas que he tenido la oportunidad de salir, me ha sido imposible tener una conversación así de genuina... Siempre juré que tú eras presumida u agrandada y fíjate que me equivoqué... ¿Sabes lo difícil que es encontrar una chama hermosa, pero que internamente lo sea aún más? Nunca dejes la humildad de lado." 

Capaz me estaba "cayendo a labia" (era lo más probable porque la cuestión no fluyó entre los dos) o capaz tenía absoluta razón. Solo se algo muy importante: De esa experiencia me llevé algo conmigo. Haya sido verdad, o mentira. Me llevé uno de los "halagos o piropos" más lindos que un hombre (en ese momento chamo) me ha podido dar... 

"Eres hermosa, pero internamente lo eres aún más. Nunca dejes de ser humilde."

Y esa frase me dio vueltas en mi cabeza por mucho tiempo... Ya que he perdido la cuenta de las veces que he escuchado a hombres (e incluso mujeres) decir:

"Esa chama es bella, pero agrandadísima."

He conocido niñas tan espectaculares… De esas que hasta nosotras mismas decimos: ¿Como esa niña puede ser tan hermosa? Y lastimosamente, cuando la conoces, te cuestionas de como se puede ser tan linda físicamente pero tan contraria por dentro. Son aquellas,  que se muestran más que “seguras de sí mismas”, se muestran presumidas y agrandadas. Y eso,  desafortunadamente resta belleza o en su peor escenario, interés en ellos.

Aclaremos la cuestión:

Tú debes ser segura de ti, como mujer y como persona. Saber lo que vales, lo que eres, y sobre todo respetarte a ti misma. Sin más preámbulos, hablamos de esa seguridad propia, que te hace una mujer mucho más bonita. Esa que te hace relucir...

Lo que no debes permitir, es que esa seguridad se transforme en toxicidad. Es decir, en banalidad, altanería, soberbia... Y el peor de todos, creer que tienes a Dios agarrado por la chiva. 
Ahí es cuando yo te digo: Sin duda, hay una delgada línea entre ser presumida, a ser segura de ti misma. 

En mi perspectiva, debemos tener un punto medio. No puedes sentirte extremadamente "hermosa", ni extremadamente "horrorosa". Las cosas deben llevar un equilibrio, porque todo en exceso termina haciendo daño. 
Puede pasar que al tener excesiva seguridad en nosotras, perdamos otras cualidades increíbles que tenemos en nuestro interior. 
Háblese de la humildad, la calidad humana, y sobre todo el respeto por los demás. 

Eso de burlarte del que tiene la intención de echarte los perros y tu no lo crees suficiente para ti...
NO lo hagas. (no estamos en Mean Girls y te lo comunico por si no lo sabes, pero no eres Regina George).
Eso de mirar por encima del hombro a los demás (incluso a las mujeres), NO lo hagas. Nunca subestimes ni al que te parecía el “más” gallo/a de tu salón.
Eso de menospreciar a otras mujeres como: “Ella no es tan bonita como parece.” NO lo hagas.
Eso de batirte un shampoo y jugar con los sentimientos de la gente, solo porque tienes una “carita linda”, por supuesto que NO lo hagas.

Si acertaste esas tres situaciones, lamento decirte que tu seguridad propia traspasó a convertirse en presunción.
Me permití hablar esto con base, porque he pasado por ambos escenarios. Soy mujer, soy hormonal, y no tengo que explicarles más porque saben de lo que hablo.
Me he sentido muy segura de mi misma en muchos momentos, y he presenciado que la vista se nos puede nublar creyéndonos un poco más de lo que realmente "somos", como también me menospreciado al punto de compararme muchas veces, y es algo muy dañino.

A resumidas cuentas, tienes que ser segura de ti, hasta el punto que se vea como una virtud. No permitas que esa seguridad, se transforme en un defecto empapado en arrogancia, que te haga creer que “te la estás comiendo y nadie puede contigo”.
Hay diferentes formas de querer comernos el mundo, pero con la arrogancia y presunción, son de los caminos más complicados y transitados... ¡Seamos diferentes! 

Porque amiga, indudablemente siempre habrán mujeres mucho más bonitas, que estén más buenas, etc...
Nosotras seamos aquellas, que somos genuinamente seguras de nosotras mismas, que brillamos con luz propia sin apagar la luz ajena, y que jamás nos falte la humildad y el respeto…  

lunes, 19 de agosto de 2019

Es que me gusta, pero no me mata.

Hace poco hablaba con una de mis mejores amigas, y mientras hacíamos update de los chismes, noticias, y todas esas cosas “banales” que tenemos derecho a contarnos aunque no sean muy productivas, como imaginarnos en el yate de Kylie por su fiesta de 22 o acordarse de aquel meme que tu amiga te envío hace 3 semanas y todavía te sigue dando risa. 
Relució la clásica y esperada: “ando hablando con un alguien”, y como buena amiga que una es, al momento que ella te dice eso, (agregando el hecho que es esa amiga que vale ORO y ya es hora que esté con alguien que la merezca) claramente exigí luces y detalles. 
De todo lo que me pudo haber contado, mi cabeza se quedó pensando en su expresión: “Es que chama, me gusta pero no me mata.” 

¿Cuantas veces has dicho esto?, ¿Cuantas veces has escuchado a tus amigas decir esto?
Respóndete a ti misma mientras lees mi perspectiva.

Me puse a recordar las veces que yo también dije eso a lo largo de mi adolescencia e inicios de mi juventud en la que me encuentro ahora... y luego de tanto tiempo digo: ¡Que estúpida fui!
Esto lo digo con base, yo tenia esa visión hasta hace unos años. No podía darle el chance a alguien si esa persona no me “encantaba” desde el principio.
¿Y si “eso que les faltaba” era yo misma? ....
 ¿Y si, conociéndolo, dándole el chance... No solo me movía el piso, si no el mundo el entero? 
Yo lo comprobé hace unos años. Uno de mis ex-novios no me “convencía/atrapaba” para nada al principio de la relación. Pero luego de ver que una persona, apuesta por ti, está dispuesta a luchar por crear algo contigo, y de cierta forma te muestra que te ve para algo más

¿Cómo no darle el chance? 

Agregando el hecho que, somos mujeres, el destino por ley karmática nos “castiga” con la idea de que siempre nos va a matar/babear el fuckboy, (que dentro de ti misma sabes que te terminará haciendo daño) y no el prospecto decente que SI debemos prestarle atención. 
Ahí es cuando pones en una balanza mental y te dices a ti misma: 
“Mi reina, fuckboys ya te han jodido lo suficiente, dale chance a los que realmente te valoran.” 

Ojo, con esto no me refiero que te empates mañana mismo con el intenso que te cae por Instagram. Nada de eso. Te animo es a que no te bloquees ni te cierres a opciones solo porque estás esperando un príncipe azul que tienes en tu cabeza. 
Conozco niñas increíbles, hermosas a su manera, tanto de físico como interiormente. Y puedo asegurar que muchas están “solteras” no por carecer de pretendientes, si no porque están predispuestas a conocer más allá de lo que están acostumbradas. No es solo darle el chance a alguien que puede que tenga en tus manos las ganas de enamorarte, es darte el chance también para ti misma. Si no es él, pues será el próximo. 
Pero no te quedes sentada dejando que pasen tus opciones.

Capaz ese chamo que “no te gusta tanto” es el partido de tu vida, y tu te lo estás perdiendo solo por no darle la oportunidad. 
Capaz, no te enamoras frenéticamente pero si logras tener una relación estable. 
Capaz, no te “mata” al inicio pero al final de tu película, terminas completamente babeada por él.
O sencillamente capaz, es una relación más para tu experiencia, y la experiencia jamás estará de más.
Recuerda algo siempre, no sabemos si estamos viviendo los mejores años de nuestras vidas en este momento. Por lo mismo, no podemos dejar pasar oportunidades, recuerda que aunque hayan “hombres malos” siempre habrán unos que si valdrán la pena. 

martes, 30 de abril de 2019

Uno falla, reconoce, reconstruye.


Soy de las que reconoce sus defectos antes que sus propias virtudes, no lo considero algo malo pero tampoco bueno. Ya que reconocer nuestros defectos o errores, nos da peso a consolidar armas para arreglarlos y sencillamente ser la mejor versión de uno misma/a. Pero todo va con el tiempo y la madurez que vayas adquiriendo a través de las experiencias. 
Les puedo asegurar que la Arantxa de hace 5 años no tendría este pensamiento sino me hubiera llevado unos cuantos tortazos a lo largo de mis casi 24 años, que dichos tropiezos y caídas, me han hecho lo que soy. 
So, por eso Kelly Clarkson amiga, siempre vas a tener la razón. What doesn’t kill you, makes you stronger. 

Desde errores, inmadureces, malas decisiones, y recuerdos de acciones pasadas que digo:“coye, si no hubiera actuado así, todo pudo haber sido diferente” (refiriéndome a muchas situaciones en mi vida). De allí, es donde radica mi primer defecto, (que siendo honestas/os, seguramente es uno de los tuyos también, o de alguna amiga, prima, etc). Y niñas no worries, de los errores de aprende sino fuera así, créeme que no estuviera escribiendo esto. 

Auto castigarme mentalmente por decisiones “incorrectas” por tiempo indefinido. 
Sí, que mal error tenemos al juzgarnos al nosotras mismas por algo que sencillamente ya pasó, ya afectó, (de buena o de mala manera). A veces, sencillamente no la embarramos, la recontra c&%gamos. Somos humanos, inconscientemente o conscientemente vamos a meter la pata en cualquier momento. Y quien se crea superior, que piensa que no la embarra nunca, que siempre jura tener la razón, seguramente es el tóxico/a que todas las parejas lo dejan.(you know what I mean, debes conocer a unos cuantos/as). 

Si no falláramos. No sufriéramos; y sin sufrir no sabríamos lo que se siente la felicidad. 

So, si lastimosamente metimos la pata, hay que aceptarlo, buscar la forma de solucionarlo, y posterior a ello, move on. Que desgaste quedarse estancado en una culpa, en un va y ven de malos sentimientos.
¿Por qué durar meses con una culpa mental fundamentada por nosotros mismos? 

Ojo, cómo lo he dicho en repetidas ocasiones, el error no está solo en c&%garla, el error también está en no querer aceptar la c&%gada que se cometió. 

Si pusiste la torta con el niño que te gusta/novio/culo/etc. reconoce tu falla.(recuerda, madurar también es darse cuenta que capaz uno es el del problema),luego pide disculpas, hazle saber que quieres estar. 
Si el/ella no lo acepta, aunque duela y te encapriches, pues move on again. 
Recuerda que, nada peor que quedarnos donde ya NO nos quieren, primero te quieres tú y después los demás. 

También, hay que entender algo muy importante, hay diferentes rangos de errores, y de la cantidad de veces que le hayas fallado a esa persona, y claramente también depende de la clase de persona que tú seas, si eres de esas personas que se las pasa hiriendo, reconociendo el error y no pasa ni una semana y repites el mismo patrón, lamento decirte que no es que solamente cometes errores, es que sencillamente tú ERES el error. 
Porque nada haces con reconocer tu falla, pero careces de convicción y ganas de remediarlo. Eso, lastimosamente te transforma en una persona tóxica.
Además, si tu error fue que le montaste los cuernos a tu novio/a, con uno de sus panas, mejor ni te disculpes, hazme el favor y medícate. 

Uno falla, reconoce, reconstruye. That’s it. 
Con el paso del tiempo y de experiencias que he vivido, me he dado cuenta que quedarse pegado auto criticándonos, haciéndonos sentir mal, por una “mala accion” es sencillamente frenarnos, y hacernos sentir peor en decisiones posteriores. Claramente uno debe tener su tiempo de culpa, y rectificar consigo mismo que lastimosamente metimos la pata hasta el fondo, pero hasta un cierto punto. No existe la necesidad de hacerse daño uno mismo con lo que pudo ser y no fue. 

So, a resumidas cuentas. No le demos más coco-cabeza-mente,(como le quieras llamar) de lo que merece la situación, pensar de MÁS las malas situaciones/decisiones sencillamente nos hace daño.

¿O me vas a decir que cuando la embarras, no te quedas horas en la madrugada pensando en las otras mil formas en las que pudiste haber actuado, logrando sencillamente sentirte peor y con unas ojeras kilométricas que ni con 3 litros de concealer puedes disimular?
Tranquila, no eres la única.
Muchas/os, pasamos por eso. Pero que sea un común denominador, no quiere decir que esté bien. En lo absoluto. 

¿La c&%gaste?Pues, asume tu rollo. Busca la forma de reconstruirlo
Insultándote, dándote golpes de pecho, haciéndote sentir más mal de la cuenta, no vas a conseguir nada. Y te lo digo yo, (que era fan de ahogarme en un vaso de agua).
Eso si, si la persona a la que heriste le llena el ego que te auto maltrates por tu error o te alimenta esos malos pensamientos, te recomiendo que evalúes tu misma/o si eso es correcto, y si esa persona es correcta para ti. 

Lo importante es, que en tu mente estés consiente de tu error, que te disculpes incluso de aquellas acciones que afectaron a esa persona aún cuando tu intención no fue herirla, (y no... no con eso me refiero a que te rebajes a adjudicarte acciones que no cometiste, sino a darnos cuenta que a veces se dicen o se hacen cosas sin tener propiamente alguna intención de afectar, pero aún así a la otra persona le afectan). 
No te desgastes mentalmente. La mente puede ser el peor amigo de uno mismo si no la usamos correctamente. Piensa en positivo, en las formas en que puedes atacar ese defecto que tanto te cuesta cambiar.

¿...Y si la c&%gada fue muy dura y no hay vuelta atrás? - Pues compañera/o, ahí tienes una lección de vida
Y seguramente una lección bien dolorosa,(no te juzgues, I’ve been there too) pero una lección que te va a dejar con los pies bien puestos sobre la tierra y te hará cuestionarte muchísimo tus propias acciones. Así sea que le fallaste a tu novio/a o incluso a una amiga/o. Que capaz en este preciso momento no lo entiendas, te sientas frustrada/o y tengas una rabia inmensa, y lo más probable es que te encapriches/antojes porque todo esté como antes, and it’s not gonna happen. 
Pero traaaanquila/o, que al tiempo ya lo verás de otra forma. 

Tendrás una experiencia que te enseñó que no siempre habrán personas que nos van a disculpar los errores. Así hayan sido errores pequeños, así aún tu hayas disculpado mil y uno errores incluso peores del que tú cometiste. 
Recordemos que cada cabeza es un mundo, y todos tenemos un mecanismo de defensa diferente. No podemos ir por la vida molestos esperando que todos actúen como lo haríamos nosotros, porque sino todos fuéramos iguales. 
Y sabemos, que el mundo no funciona así. 
Trata, que tu mecanismo de defensa siempre sea maduro, neutro, calmado... Y que sobretodo, carezca de ese orgullo soberbio que nos nubla la mente y muchas veces nos cuesta relaciones, 
Porque ese orgullo, no nos lleva para ningún lado.